Declarado Monumento Natural de Aragón, el complejo está constituido por un sistema kárstico, formado por una red de salas y galerías subterráneas muy peculiares por sus formas y que se conectan con el exterior a través de las Cuevas de las Graderas o Grutas de Cristal y las Cuevas de las Baticambras.
Se trata de un punto de gran interés geológico en el que podemos encontrar gran variedad de precipitados de carbonatos, como estalactitas, estalagmitas, columnas y cortinas, así como excéntricas.