Monumentos Naturales del Maestrazgo
Dentro del Maestrazgo se ubican cuatro de los seis Monumentos Naturales declarados dentro de la Comunidad Autónoma de Aragón
Estos Espacios Naturales Protegidos, cuentan con unas peculiaridades geológicas y naturales que los hacen únicos. Su orografía, características y ecosistemas, además de ofrecer parajes de gran belleza, los convierte en una figura digna de protección, estando además incluidos dentro del Geoparque del Maestrazgo.
GRUTAS DE CRISTAL DE MOLINOS
Localizadas en la población de Molinos, las Grutas de Cris constituyen una de las grandes maravillas geológicas de la provincia. Resultado de la lenta disolución de las rocas calizas, la gruta está compuesta por una red de galerías y salas subterráneas habilitadas para su visita turística y repletas de estalactitas y estalagmitas, columnas, cortinas o cascadas. A los valores naturales de este espacio hay que sumar su relevancia paleontológica y arqueológica, no en vano, en la cueva se han hallado fósiles de mamíferos con más de 100.000 años de antigüedad y restos del denominado «Hombre de Molinos», con unos 25.000 años de antigüedad, el que es considerado el homínido más antiguo de Aragón.
CÓMO VISITAR: las Grutas están abiertas la mayor parte del año, exceptuando los meses de enero y febrero. Las visitas guiadas, de unos 40 minutos de duración se pueden realizar tanto por la mañana como por la tarde, durante los fines de semana y en un horario más amplio en época estival. Puedes consultar horario y tarifas en su página web: http://www.grutasdecristal.com/
NACIMIENTO DEL RÍO PITARQUE
Situado a apenas unos kilómetros de la localidad del mismo nombre, en pleno Maestrazgo turolense, el Nacimiento del río Pitarque puede considerarse como uno de los enclaves naturales más destacados de la provincia, por sus valores geológicos, vegetales, faunísticos y, por supuesto, paisajísticos.
Aunque el verdadero nacimiento de este río se encuentra en el término de Fortanete, -volviéndose subterráneo casi en el mismo momento de nacer- es en la localidad de Pitarque donde mana de nuevo, a través de dos surgencias kársticas. En su recorrido inicial, el río excava un cañón fluvial enmarcado por grandes paredes verticales, hábitat para diferentes colonias de aves rupícolas: buitre leonado, águila real, alimoche o halcón peregrino, entre otras especies. La riqueza natural de este enclave se completa con la presencia de especies protegidas como la cabra montés o la nutria, así como con una riqueza botánica repleta de taxones de flora singular.
CÓMO LLEGAR: el sendero se inicia en la propia localidad de Pitarque, siendo 5 km. la distancia hasta el nacimiento. Por el camino se pueden ver cascadas, la Ermita de la Virgen de la Peña o una antigua central hidroeléctrica.
ÓRGANOS DE MONTORO
Situados entre Ejulve y Villarluengo, junto a la carretera panorámica The Silent Route, los Órganos de Montoro son una impresionante formación caliza que destaca por la disposición subvertical de sus estratos de edad cretácica. La alternancia de materiales de diferente resistencia a la erosión hace que sus grandes paredes rocosas, casi verticales, aparezcan quebradas, casi esculpidas, dando al conjunto la apariencia de un inmenso órgano catedralicio, de ahí su nombre. A la belleza geológica del lugar hay que sumar la presencia de formaciones vegetales propias de la montaña media mediterránea, principalmente carrascas y matorrales esclerófilos que colonizan las grietas y fisuras, así como una variada fauna, destacando la presencia de aves rupícolas como el buitre leonado o grandes herbívoros como la cabra montés.
CÓMO LLEGAR: los Órganos de Montoro son visibles desde la propia carretera, la A-1702 que une la Venta de la Pintada con el Cuarto Pelado de Cantavieja, más conocida como The Silent Route. Hay habilitado un mirador donde se puede aparcar el coche y contemplar este monumento.
PUENTE NATURAL DE LA FONSECA
En las proximidades de Ladruñán -localidad barrio de Castellote-, encontramos el Puente natural de la Fonseca, una formación fluvio-kárstica denominada toba donde el Río Guadalope se abre camino a través de la roca, horadándola y formando un puente natural, lo cual es poco común en los ríos aragoneses. Tanto el río como el entorno gozan de una buena conservación, siendo el hábitat de una gran variedad de fauna, desde el cangrejo o la nutria en el río, hasta el águila perdicera, la cabra montesa o el buitre leonado que encontraréis en su entorno inmediato. Mención especial merece la riqueza botánica del lugar, con el eje fluvial ocupado por sauces, chopos y álamos y con las laderas más alejadas cubiertas por un bosque mediterráneo en el que el protagonista es el pino carrasco.
CÓMO LLEGAR: se puede acceder en coche hasta el Barrio de La Algecira, desde donde parte el sendero que lleva al Puente Natural, por la margen izquierda del río, entre azudes, antiguas centrales hidroeléctricas y masías (5 km. ida).